23 sept 2010

Bueno

Ya estamos aquí, ciudad de Saarbrücken, capital del estado de Saarlandes. Hasta ahora, lo único que puedo decir es la odisea tremenda que nos tuvimos que meter para llegar desde Hahn a Saarbrücken (en adelante le llamaré Saar, es como la conocemos cariñosamente, y supongo que no será difícil distinguirla del río Saar).

Pues ha sido una odisea en el momento en que llegamos a mitad del camino (Trier) y en la estación, la maquinola nos decía que durmieramos en vete tú a saber dónde para terminar llegando a Saar el viernes a las 5 de la mañana. Claramente insostenible. Lo peor fue ver hacia el mostrador de información y verlo vacío. Y que se desengañe el pueblo, aquí, de inglés, el justito, con suerte, y entrándole a la peña que va de traje, pues igual se casca una ayudita en inglés, si no, pues zusame a cascarlen, sacas de diccionarien y ale, a chapurrear.

Pues sí chicos, de Hahn aquí han sido un bus, un tren, una tartaja de bus del caño pi, y un último tren hasta Saar Hbf, donde con unas hermosas patitas nos hemos puesto en la residencia (en adelante cuasi-casa). Pero bueno, la odisea ha valido la pena, porque la habita está fetén. Estuvimos acondicionando ya la  suit nupcial de mis compañeros y se le ven trazas de poder montar unas carracucas de las que aún están por escribir. El internet aquí aún va a tardar en llegar, hay que ir primero a O2, luego conseguir que te habiliten el chollo y luego empezar a pagar, un dolor. Así que intentaré conectarme desde la Uni.

Mañana viene un día simpático, con trámites por doquier, dicen que lo más gracioso es el momento empadronamiento, porque allí ni cristo habla inglés así que es una auténtica feria, tocaremos tambien oficina internacional y gestora de la residencia, pero vamos que lo más seguro será que acabemos con unas cervezas delante.

Adelanto informativo: la Oktoberfest, al parecer, no es privilegio exclusivo de Munich, y que aquí tambien se celebra por todo lo alto. De entrada hemos celebrado nuestra llegada (sanos y salvos, quién lo diría) con unos chinkis, unas Príncipe (Prinzen) muy alemanas y unas birracas de lata (50 cl, lata default) marca URPILS, no sé de donde carajo saldría, pero es una rubia suavecita muy buena sustitutiva del agua.

Primera cerveza en Alemania y primera batallita. Gran inicio de la temporada Erasmus, así que: HERE WE GO!!

PD.: Edu le tiene alergia a Alemania, tanto cacarear y llega aquí y no para de estornudar y moquear como una nena... en fin...

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